Cirugía bariátrica y control del asma

Cirugía bariátrica y control del asma

Effect of bariatric surgery on asthma control, lung function and bronchial and systemic inflammation in morbidly obese subjects with asthma

Artículo seleccionado

Van Huisstede A, Rudolphus A, Castro Cabezas M, Biter LU, Van de Geijn GJ, Taube C, et al. Effect of bariatric surgery on asthma control, lung function and bronchial and systemic inflammation in morbidly obese subjects with asthma. Thorax. 2015;70:659–67.

Revisor

Juan Luis García Rivero
Servicio de Neumología del Hospital de Laredo. Cantabria.

 

Resumen

El asma asociado a obesidad se ha propuesto como un fenotipo diferente de asma, el cual afecta mayoritariamente a mujeres. Se presenta con exacerbaciones frecuentes y con mucha sintomatología de inicio tardío. La función pulmonar suele estar poco alterada, habiéndose propuesto múltiples mecanismos fisiopatológicos: factores inmuno-inflamatorios, hormonales, mecánicos, déficit de vitamina D y presencia de co-morbilidades, como el síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS) o el reflujo gastroesofágico. Los pacientes muestran poca eosinofilia, niveles bajos de FENO y una pobre respuesta a los glucocorticoides. Entre los tratamiento específicos para este fenotipo, se proponen la pérdida de peso y los antioxidantes.

Estudios prospectivos muestran como los pacientes obesos tienen 2,6 veces más riesgo de desarrollar asma. La obesidad se ha relacionado con un aumento de la gravedad del asma y con un peor control de la sintomatología, así como con una peor respuesta al tratamiento estándar comparado con pacientes delgados. Existe una asociación débil entre la pérdida de peso y la mejoría en el control del asma. Dos estudios previos reportaron que la cirugía bariátrica mejoraba el control del asma, la función pulmonar y la inflamación sistémica. Sin embargo, dichos estudios incluyeron pocos pacientes, sin seguimiento posterior a la cirugía, y lo más importante, se realizaron sin un grupo de control.

En el presente estudio, Van Huisstede et al. hipotetizan con el hecho de que la cirugía bariátrica mejora la obstrucción bronquial y reduce la inflamación local y sistémica en pacientes asmáticos con obesidad mórbida. Incluyeron a pacientes entre 18 y 50 años, con un IMC superior a 35 Kg/m2 y los dividieron en tres grupos: pacientes con obesidad mórbida y asma a los que les realizó cirugía bariátrica (BS+A), un grupo de sujetos con obesidad mórbida sin asma a los que les realizó cirugía bariátrica (BS-A), y por último un grupo control de sujetos con obesidad mórbida y asma a los que no se les realizó cirugía (NBS+A). El objetivo principal propuesto fue un cambio en el FEV1/FVC a los doce meses de seguimiento. Se realizaron biopsias bronquiales antes de la cirugía y a los doce meses de seguimiento, realizando visitas a los tres, seis y doce meses. De los 101 pacientes que iniciaron el estudio, 78 finalizaron el seguimiento. El IMC y el perímetro abdominal disminuyeron en los dos grupos de intervención, asociándose con una mejoría en el FEV1, la capacidad residual funcional (FRC) y la capacidad pulmonar total (TLC). Asimismo, hubo una mejoría significativa en la función de las vías aéreas periféricas (R5-R20) y en la hiperrespuesta bronquial (PD20 metacolina). Por el contrario, no se alcanzó el objetivo principal, y el cociente FEV1/FVC sólo mejoró en el grupo BS-A. Esto demuestra, según los autores, que la pérdida de peso no tiene un efecto sobre la vía aérea de mediano y gran calibre, pero sí sobre la vía aérea periférica, donde los pacientes obesos con asma sufren mayor afectación, comparado con obesos sin asma. La correlación entre la mejoría en la función de la vía periférica y el control de los síntomas (ACQ), sugiere que es aquí donde se produce la mayor afectación del asma asociado a obesidad. Es probable que los sujetos con asma y obesidad, tengan mayor predisposición a que la obesidad les colapse la vía periférica. Otros autores previamente habían demostrado que la cirugía bariátrica mostraba mayores beneficios en la vía periférica en los sujetos con niveles bajos de IgE (baja señal TH2), descartando este mecanismo patogénico.

De todos los marcadores de inflamación sistémica estudiados, sólo la PCR-ultrasensible, la leptina y la adiponectina, disminuyeron en ambos grupos quirúrgicos, no modificándose en el grupo NBS+A. Dichos marcadores se encontraban elevados al inicio del estudio en todos los grupos, por lo que al disminuir tras la cirugía, parece razonable que sea la disminución del IMC la que se asocie a una disminución de la inflamación sistémica, más que la propia mejoría del asma. En cuanto a la inflamación bronquial, no hubo diferencias en el recuento celular de eosinófilos, neutrofilos ni linfocitos. Por el contrario, los mastocitos sí disminuyeron significativamente en el grupo BS+A, sugiriendo que estas células son las que juegan un papel más importante en este fenotipo.

No hubo cambios en la escala de Epworth ni en el cuestionario de reflujo gastroesofágico, por lo que es poco probable que estas comorbilidades intervengan en la patogenia del asma asociado a obesidad.

En resumen, este es el primer estudio que demuestra que la cirugía bariátrica es eficaz en pacientes con obesidad mórbida y asma, mejorando sobre todo la función de la vía aérea periférica, lo que se traduce en una mejoría en el control de la sintomatología, asociándose a una disminución de la inflamación local y sistémica.

 

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