Long-term exposure to low-level air pollution and incidence of asthma: the ELAPSE project

Long-term exposure to low-level air pollution and incidence of asthma: the ELAPSE project

La Opinión del experto

Dr. Javier Muñoz

 

Título del artículo

Long-term exposure to low-level air pollution and incidence of asthma: the ELAPSE project

Autores

Liu S, Jørgensen JT, Ljungman P, et al.

Referencia

Long-term exposure to low-level air pollution and incidence of asthma: the ELAPSE project. EurRespir J. 2021;57:2003099 [https://doi.org/10.1183/13993003.030992020].

Palabras clave

contaminación ambiental, PM2.5, NO2, partículas diésel

 

Comentario 

La contaminación ambiental es un grave problema de salud pública, y el asma bronquial, una de las enfermedades respiratorias crónicas más prevalentes. No existen dudas que los contaminantes ambientales pueden agravar el asma y ocasionar exacerbaciones de la enfermedad.1 Tampoco parecen existir dudas en cuanto a la posibilidad que contaminantes ambientales, tales como las partículas diésel, las PM2.5 o el NO2, puedan ser causa de asma en la infancia.2-3 Sin embargo, sí que existe mayor controversia en relación a si dichos contaminantes pueden ser causa de asma en población adulta.

Los autores del artículo objeto de este comentario sugieren que, efectivamente, la exposición a contaminantes ambientales, especialmente los derivados del tráfico rodado, se asocia con el desarrollo de asma en la edad adulta. Los autores observaron que, de 98.326 individuos pertenecientes a 3 cohortes danesas y suecas, en un periodo de seguimiento medio de 16,6 años, 1.965 individuos fueron diagnosticados de asma “de novo”. La edad media de estos individuos fue de 55 años, y el riesgo de presentar asma (Hazard ratio) fue de 1,22 (95 % CI 1,04-1,43) para límites de 5 μg·m−3 en la concentración ambiental de PM2.5, 1,17 (95 % CI 1,10-1,25) para límites de 10 µg·m−3 en el NO2 y de 1,15 (95% CI 1,08-1,23) para límites de 0,5×10−5 m−1 en las partículas diésel. Significativo y preocupante es el hecho que esta asociación se establece con niveles de estos contaminantes incluso por debajo de los estándares establecidos tanto en las guías europeas como en las americanas o de la OMS.

Este estudio se suma a los escasos estudios que han evaluado la posibilidad que la contaminación ambiental cause asma en población adulta. En este sentido, Modig et al,4 analizando a 3.609 individuos de 3 ciudades suecas, hallaron una asociación entre inicio de asma y niveles de NO2. De hecho, el estudio ESCAPE, precedente del actual estudio ELAPSE, que analiza 6 cohortes europeas, estableció, precisamente, que unos aumentos de 10 µg.m-3 de los niveles de NO2 podrían ser los responsables de este hecho.5

Al igual que ocurre en los niños, el riesgo de desarrollar asma en la edad adulta parece relacionado con vivir más o menos cerca de una carretera con alto tráfico. Efectivamente, se ha constatado que vivir a menos de 200 metros de una carretera principal se asocia con la existencia de asma.6 Concretamente, individuos que a los 45 años no tenían asma y vivían a menos de 200 metros de una de estas carreteras tenían un riesgo superior de desarrollar asma a edades comprendidas entre 50 y 53 años.7 Es de particular interés la evidencia de que determinadas variantes genéticas (GSTT1 y GSTP1) de la glutation S-transferasa (GST), que controlan enzimas involucrados en la regulación del estrés oxidativo, pueden modificar los efectos de vivir cerca a estas carreteras y, por tanto, la incidencia de asma en estos individuos.6-7

No solo a nivel epidemiológico parece un hecho cada vez más comprobado que la contaminación es causa de asma, sino que también a nivel experimental se han establecido mecanismos fisiopatológicos a partir de los cuales los contaminantes pueden acabar generando asma. Algunos estudios proponen una interacción directa de estos agentes con las células epiteliales del árbol bronquial y/o con las células dendríticas o los linfocitos ILC2, Th2 o Th17. Otros estudios argumentan mecanismos indirectos como pueden ser cambios epigenéticos o modificaciones en el microbioma pulmonar.8 También son varios los estudios que han establecido que la inmunogenicidad de los neumoalérgenos puede verse alterada en situaciones de coexposición con contaminantes ambientales como el ozono y/o el NO2. Nuestro grupo ha demostrado que esta inmunogenicidad también puede verse alterada con la exposición a partículas diésel.9

Las preguntas en estos momentos serían: ¿Cuántos profesionales, en la práctica clínica diaria, interrogan al paciente sobre su exposición a contaminantes atmosféricos?; ¿Cuántos se plantean que un asma de reciente diagnóstico puede ser causada por contaminantes? Y los que se lo platean, ¿Cómo realizan el diagnóstico? Esta última pregunta es relevante y genera otras: ¿La historia clínica por si sola puede establecer el diagnóstico?; ¿Se debería disponer de mediadas objetivas de exposición para establecer el diagnóstico?; ¿Deberíamos realizar pruebas de provocación, como en el caso del asma ocupacional? Sin duda, el paso del conocimiento epidemiológico y fisiopatológico a la práctica clínica es un reto apasionante al que deberemos enfrentarnos más pronto que tarde.

 

Bibliografía

  1. McCreanor J, Cullinan P, Nieuwenhuijsen MJ, et al. Respiratory effects of exposure to diesel traffic in persons with asthma. N Engl J Med. 2007;357:2348-2358.
  2. Gehring U, Wijga AH, Hoek G, et al. Exposure to air pollution and development of asthma and rhinoconjunctivitis throughout childhood and adolescence: a population-based birth cohort study. Lancet Respir Med. 2015;3:933-942.
  3. To T, Zhu J, Stieb D, et al. Early life exposure to air pollution and incidence of childhood asthma, allergic rhinitis and eczema. EurRespir J. 2020;55:1900913.
  4. Modig L, Torén K, Janson C, et al. Vehicle exhaust outside the home and onset of asthma among adults. EurRespir J. 2009;33:1261-1267.
  5. Jacquemin B, Siroux V, Sanchez M, et al. Ambient air pollution and adult asthma incidence in six European cohorts (ESCAPE). Environ Health Perspect. 2015;123:613-621.
  6. Bowatte G, Erbas B, Lodge CJ, et al. Traffic-related air pollution exposure over a 5-year period is associated with increased risk of asthma and poor lung function in middle age. Eur Respir J. 2017;50:1602357.
  7. Bowatte G, Lodge CJ, Knibbs LD, et al. Traffic related air pollution and

development and persistence of asthma and low lung function. Environ Int.

2018;113:170-176.

  1. Muñoz X, Barreiro E, Bustamante V, et al. Diesel exhausts particles: their role in increasing the incidence of asthma. Reviewing the evidence of a causal link. Sci Total Environ. 2019;652:1129-1138.
  2. Álvarez-Simón D, Muñoz X, Gómez-Ollés S, et al. Effects of diesel exhaust particle exposure on a murine model of asthma due to soybean. PLoS One 2017;12:e0179569.

 

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