Time is lung: higher preservation of lung function in severe asthma patients after earlier mepolizumab treatment

Time is lung: higher preservation of lung function in severe asthma patients after earlier mepolizumab treatment

Artículo seleccionado: González-Barcala FJ, Bobolea I, Domínguez-Ortega J, et al.Time is lung: higher preservation of lung function in severe asthma patients after earlier mepolizumab treatment. ERJ Open Res. 2025; 11: 00211-2024 [DOI: 10.1183/23120541.00211-2024].

Revisora: Dra. Celia Pinedo Sierra. Servicio de Neumología. Hospital Clínico San Carlos. Universidad Complutense de Madrid. 

Palabras clave: severe eosinophilic asthma, mepolizumab, real world, estudio REDES.

Resumen

Desde la introducción de los fármacos biológicos para el asma grave, se han logrado avances significativos en el tratamiento de esta enfermedad. Es por ello que en el último año se está debatiendo si una intervención precoz con fármacos biológicos en pacientes con asma grave (AG) puede atenuar los procesos inflamatorios y la remodelación y por lo tanto detener la progresión de la enfermedad.

Mepolizumab es un anticuerpo monoclonal anti-IL-5 aprobado para pacientes con asma grave eosinofílica (AGE), rinosinusitis crónica con pólipos nasal, granulomatosis eosinofílica con poliangeítis y síndrome hipereosinofílico. La eficacia clínica y la seguridad de mepolizumab en el AGE están bien establecidas, pero la evidencia de la terapia biológica sobre la remodelación de las vías respiratorias es aún limitada.

REDES es un estudio español de cohorte observacional, multicéntrico, retrospectivo y en vida real de pacientes con AGE, en el que se confirmó que mepolizumab es eficaz para reducir las exacerbaciones, mejorar la función pulmonar y disminuir el tratamiento crónico con corticoides orales.

Sin embargo, no existen estudios hasta el momento con biológicos que hayan analizado la influencia de la duración de la enfermedad en los resultados clínicos del asma. Debido a la naturaleza retrospectiva del estudio REDES y a los datos disponibles, se pudo definir el tiempo de duración de la enfermedad como el tiempo transcurrido desde la edad del diagnóstico de asma hasta el inicio del tratamiento con mepolizumab.

El objetivo de este análisis post hoc del estudio REDES es determinar el impacto de la duración de la enfermedad en la función pulmonar de los pacientes tratados con mepolizumab.

Los pacientes se estratificaron en cuartiles según la duración del asma: Q1 (⩽10 años), Q2 (11–20 años), Q3 (21–33 años) Q4 (⩾34 años).

De los 318 pacientes del estudio REDES, no se disponía de la edad del diagnóstico de asma en 17, por lo que se excluyeron del análisis. 84 pacientes se clasificaron en Q1, 74 en el Q2, 70 en el Q3, y 73 en el Q4. La ​​edad media fue de 53, 59, 53 y 61 años, y el tiempo medio desde el diagnóstico de asma hasta el inicio del tratamiento con mepolizumab fue de 6, 16, 27 y 45 años en los grupos Q1, Q2, Q3 y Q4, respectivamente. Las características basales de los pacientes se recogen en la Figura 1.

Respecto a las exacerbaciones anuales, se observó una reducción constante de las mismas en todos los grupos.

En el control de los síntomas, medido por ACT, se observó una mejoría en todos los grupos, sin una influencia aparente del tiempo de evolución de la enfermedad.

Los resultados obtenidos en la reducción del tratamiento con corticoesteroides orales fueron similares en todos los grupos.

En cuanto a la función pulmonar al inicio, se encontró una diferencia estadísticamente significativa entre los grupos. Los pacientes con menor evolución de la enfermedad presentaban un mejor porcentaje de FEV1 pre-broncodilatación (pre-BD), siendo el Q1 del 74,7%, en comparación con el 67,2% del Q3 y el 66,3% del Q4, y numéricamente mayor que el Q2 (71,7%) (Figura 2).

Así mismo, la proporción de pacientes con un FEV1 pre-BD ⩾80% fueron mayores a medida que la duración de la enfermedad fue más corta (Q1>Q2>Q3>Q4), tanto al inicio como a los 12 meses de tratamiento. (Figura 3).

Los análisis de regresión multivariante mostraron una influencia del tiempo de progresión de la enfermedad en la preservación de la función pulmonar al inicio del estudio y en la obtención de valores más elevados tras 12 meses de tratamiento con mepolizumab, siendo este último también influenciado por las exacerbaciones de los pacientes durante el tratamiento.

Los autores concluyen que los resultados obtenidos sugieren que el tiempo de evolución de la enfermedad contribuye al deterioro de la función pulmonar en pacientes con AG y apuntan a considerar una intervención temprana con mepolizumab para preservar la función pulmonar.

Comentario

En los últimos años se han propuesto cambios en el enfoque del manejo del asma. Existen estudios que constatan que los tratamientos biológicos consiguen la remisión clínica en una proporción significativa de pacientes con AG.

Con el objetivo de retrasar la progresión de la enfermedad y evitar los efectos secundarios del tratamiento, se puede considerar la hipótesis de iniciar un tratamiento temprano con biológicos como una opción terapéutica para los pacientes con AG.

En la actualidad los datos sobre la intervención precoz con anticuerpos monoclonales en el AG son escasos.

Respecto al efecto en la remodelación, en un estudio previo realizado con mepolizumab se observó una reducción de proteínas como la tenascina, el lumican y el procolágeno III en la membrana basal reticular de la mucosa bronquial.

En este trabajo los pacientes con una introducción más temprana de mepolizumab desde su diagnóstico de asma presentaron una mejor función pulmonar, medida por el FEV1 pre y post BD. Además, los sujetos alcanzaron valores más altos de función pulmonar a los 12 meses, en comparación con los pacientes que iniciaron el tratamiento con mepolizumab más tarde.

Por lo tanto, el momento de inicio del tratamiento con mepolizumab puede ser crucial para lograr los mejores resultados posibles, ya que la acción precisa sobre la inflamación T2 podría interrumpir la remodelación de las vías respiratorias.

Las principales limitaciones de este trabajo son que se trata de un análisis post hoc del estudio REDES, que fue diseñado con el objetivo de evaluar la efectividad y seguridad de mepolizumab. Además, no se documentó la edad de inicio del tratamiento con corticoides inhalados (CI), por lo que no se pudo garantizar que los pacientes recibieran tratamiento con CI de manera oportuna tras el diagnóstico de asma.

Es importante continuar con estas líneas de investigación para identificar si un enfoque más preventivo podría alterar la evolución de la enfermedad, prevenir su progresión y aumentar la probabilidad de alcanzar la remisión clínica.

Figura 1. Características basales de los pacientes estratificados por cuartiles.

Figura 2. Cambio medio del % del volumen espiratorio forzado en 1 s (FEV1) después de 12 meses de tratamiento con mepolizumab de los pacientes estratificados por cuartiles.

Figura 3. Proporción de pacientes que alcanzaron la normalización del FEV1 (⩾80%) estratificados por cuartiles.

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