Bronchial Thermoplasty Induced Airway Smooth Muscle Reduction and Clinical Response in Severe Asthma. The TASMA Randomized Trial

Bronchial Thermoplasty Induced Airway Smooth Muscle Reduction and Clinical Response in Severe Asthma. The TASMA Randomized Trial

Autores

Goorsenberg AWM, D’Hooghe JNS, Srikanthan K Am J Respir Crit Care Med. 2021; 203(2):153-167, Jan 15,

Revisor:
Dr. Carlos Cabrera Lopez
Servicio  de Neumologia. Hospital Universitario Dr Negrin, Las Palmas de Gran Canaria

Palabras clave:
Termoplastia, asma grave, control, musculo liso

 

Resumen

La termoplastia para el tratamiento del asma ha tenido resultados contradictorios. El fundamento fisiopatológico de la técnica es que la disminución de la masa de músculo liso bronquial (MMB) causada por la transferencia de calor disminuye la broncoconstricción. Uno de los problemas que se achacan a los estudios sobre termoplastia es la escasez de grupos control con los que realizar comparaciones rigurosas. En este estudio, la Dra. Goorsenberg y colaboradores intentan correlacionar el efecto de la termoplastia con la reducción de la MMB y ver qué tipo de enfermos se benefician más de esta reducción desde un punto de vista clínico y analítico.

Participaron en el estudio 40 asmáticos graves, 20 de los cuales se sometieron a una termoplastia en un momento dado, mientras que los 20 restantes esperaron 6 meses para realizársela, actuando así como grupo control durante los 6 meses de retraso. A todos se les tomó biopsias bronquiales previas y posteriores a la prueba (no podían tomar esteroides orales ni haber tenido exacerbaciones de asma en las 4 semanas previas). Para determinar la MMB, se utilizó un análisis digital automatizado que medía la positividad a la desmina o a la alfa-actina del músculo liso en el área total de la biopsia.

Los resultados son interesantes; la MMB disminuyó un 53% tras la termoplastia en el primer grupo, mientras que en el grupo al que se le practicó a los 6 meses, y que tenía un tratamiento estándar, la MMB no sufrió cambios. En el análisis conjunto de los dos grupos, una vez realizada la termoplastia a los 40 pacientes, la MMB desciende aproximadamente un 54%, reforzando los datos previos. En cuanto a los datos clínicos, cabe destacar que ni el FEV1%, ni la hiperrespuesta bronquial medida con metacolina, ni el FENO ni la positividad del FEV1 en la prueba broncodilatadora se modificaron con la termoplastia. Cabe recalcar también que la reversibilidad de la obstrucción en la espirometría declinó significativamente en los sujetos expuestos a termoplastia. No hubo una diferencia en los cuestionarios de control del asma ni de calidad de vida (AQLQ y ACQ) al realizarse la termoplastia entre el grupo inicial y el que actuaba como control. Ni la MMB basal, ni la MMB tras termoplastia, ni el cambio entre el MMB basal y posttermoplastia se relacionaron con mejorías clínicas. Sí se relacionó con la mejoría clínica medida por ACQ tras la termoplastia el nivel de IgE, mientras que el nivel de eosinófilos se relacionó con una mejoría del AQLQ.

Comentario

La termoplastia es una técnica que no está exenta de polémica. El estudio más largo que se ha realizado hasta la fecha, el Asthma Intervention Research (AIR2), demostró que los dos grupos (uno con termoplastia y el otro con placebo) mejoraron en calidad de vida medida por el cuestionario AQLQ al año de la intervención. Esta mejoría fue mayor del doble de la clínicamente relevante y no hubo diferencia entre grupos al cabo de un año. En el AIR2, tampoco se encontraron diferencias en cuanto a síntomas respiratorios, uso de la medicación de rescate o función pulmonar. En el estudio de Goosenberg, las diferencias clínicas medidas por el AQLQ o el ACQ no se relacionan con la disminución de la MMB. Hay que tener en cuenta que tampoco se encontraron diferencias en muchas de las otras variables secundarias, como son el FEV1%, la hiperrespuesta bronquial o el FeNO. Las relaciones observadas entre la mejora del ACQ y el nivel de IgE y la mejora del AQLQ y el número de eosinófilos son débiles y no parecen tener un correlato clínico plausible. Hay que recalcar que el hecho de que los síntomas no se relacionen con la caída de la MMB es importante, ya que rebate el fundamento propio del uso de la termoplastia. Teniendo esto en cuenta, y viendo que tras la realización de la termoplastia no son pocas las exacerbaciones (36% de la muestra en este trabajo) y hospitalizaciones, quizás debamos tener mucho cuidado en qué tipo de enfermos indicamos esta técnica.

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