Contaminantes del aire y hospitalización por asma en la población de Medicaid

Contaminantes del aire y hospitalización por asma en la población de Medicaid

Título

Air Pollutants and Asthma Hospitalization in the Medicaid Population

Autores

Wei Y, Qiu X, Sabath MB, Yazdi MD, Yin K, Li L, Peralta AA, Wang C, Koutrakis P, Zanobetti A, Dominici F, Schwartz JD.

Referencia

Am J Respir Crit Care Med. 2022. doi: 10.1164/rccm.202107-1596OC. Publicado en línea antes de impresión.

Revisor

Carlos Cabrera.

Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, Las Palmas de Gran Canaria

Palabras clave

hospitalización, asma, polución, contaminación

 

Resumen

El asma es una enfermedad cuya prevalencia ha ido en aumento en las últimas décadas. El empeoramiento, e incluso la aparición, de la enfermedad asmática como consecuencia de la contaminación ambiental está muy bien documentada. Los principales causantes son el material particulado fino (PM2,5), el dióxido de nitrógeno (NO2) y el ozono troposférico (O3). Los estudios llevados a cabo para demostrar esta relación no se suelen hacer entre la población más desfavorecida desde el punto de vista económico, que es la que más problemas tiene para acceder al sistema sanitario americano. Además, en Estados Unidos, este tipo de estudios se realizan poniendo como umbrales los propuestos por los Estándares Nacionales de Calidad del Aire Ambiental (NAAQS). No se ha estudiado si los niveles inferiores a estos estándares pueden ser lesivos también para los sujetos asmáticos.

En este estudio se ha utilizado como apoyo la base de datos de Medicaid (programa de seguros de salud del gobierno de Estados Unidos para la gente necesitada), la más extensa del país, con más de 47 millones de sujetos suscritos a ella, para valorar el impacto a corto plazo de la exposición a estas partículas en la población de bajos ingresos y con mayor grado de depresión social.

El periodo de estudio va del año 2000 al 2012. Se utilizó el código postal para relacionar la exposición de cada uno de los sujetos a la concentración de partículas (los sujetos debían estar a un máximo de 1 km del medidor). Se medía la concentración de polución durante una semana antes del ingreso hospitalario.

Se analizaron 1.627.002 hospitalizaciones por asma de una población de 852.395 sujetos. El 62 % tenían 18 años o menos, el 53 % eran mujeres, el 35 % eran caucásicos y el 35 % eran de raza negra. Las concentraciones de PM2,5, NO2 y O3 estuvieron en su mayoría por debajo de los límites del NAAQS. Se encontraron asociaciones significativas con los tres compuestos en un tiempo lag de 6 días de la hospitalización asmática. Los pequeños incrementos de estas moléculas aumentaban el riesgo relativo de hospitalización asmática. En los valores inferiores a los propuestos por el NAAQS, tanto el PM2,5 como el NO2 comportaron mayor riesgo de hospitalización. La asociación con el O3 fue no concluyente a estos niveles. Entre los factores demográficos más susceptibles de hospitalización por polución, se contaban: mayor BMI, códigos postales con menos población, mayor distancia al hospital y mayor índice de depresión social.

Comentario

Que la contaminación ambiental está relacionada con las exacerbaciones de asma es algo ya bien demostrado. Se ha visto que incluso la prevalencia del asma infantil es mayor en los sujetos que viven más cerca de autopistas y en áreas con mayor polución ambiental. Actualmente, existe un interesante debate sobre los niveles idóneos de la polución del aire. Mientras que la Organización Mundial de la Salud ha revisado muy recientemente sus umbrales, endureciendo los límites deseables, la NAAQS no modificó sus niveles en la revisión de 2020. Estudios como este, en los que se aprecia el efecto de conocidas partículas de polución a bajos niveles de concentración, abren el campo de estudio a exposiciones más crónicas de menor intensidad. Un hallazgo importante de este trabajo es que demuestra que no hace falta la cronicidad en la exposición a baja concentración, sino que exposiciones cortas que no llegan a los niveles propuestos pueden ocasionar hospitalizaciones.

Otro de los hallazgos interesantes de este trabajo es cómo afecta la polución a los más desfavorecidos. Este rasgo, que en el cambio climático se conoce como racismo climático, se demuestra en que los sujetos más susceptibles viven en barrios más deprimidos. Esto ya se había visto en otros trabajos. La falta de acceso a las farmacias, la mayor exposición a los riesgos ocupacionales, las viviendas de peor calidad o un estilo de vida insalubre son las características que se asocian a este tipo de barrios con un mayor índice de depresión social.

Trabajos como este nos hacen avanzar hacia un mayor entendimiento de la relación entre la contaminación del aire y el asma, y a su vez recalcan que no hacen falta grandes picos de polución ambiental para afectar a nuestros enfermos. Por lo que parece, poca contaminación es demasiada contaminación.

 

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