Age-Related Differences in Associations Between Uncontrolled Asthma, Comorbidities and Biomarkers in Adult-Onset Asthma.
Revisor: Dra. Tamara Hermida Valverde. Servicio de Neumología, Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Autores: Katja Warm, Linnea Hedman, Caroline Stridsman, Anne Lindberg, Eva Rönmark & Helena Backman.
Referencia: Journal of Asthma, 60:12, 2224-2232, DOI: 10.1080/02770903.2023.2231078.
Palabras clave: asma edad adulta, biomarcadores, comorbilidades, asma no controlada.
Resumen
El asma de inicio en la edad adulta suele asociarse a un peor control y a una disminución de la calidad de vida y en ocasiones es complicado distinguir cuánto peso supone la propia enfermedad respiratoria y cuánto el resto de comorbilidades existentes. Además, la relación con los biomarcadores y el impacto de las patologías que orbitan alrededor del asma en este momento de la vida no han sido muy estudiadas de forma específica. Por ello, el objetivo de este estudio fue investigar cómo los biomarcadores clínicos y las comorbilidades se asocian con el asma no controlada entre personas de mediana edad y mayores con asma de inicio en la edad adulta. [1-4]
Se incluyeron 421 pacientes asmáticos en el estudio, habitantes del condado de Norrbotten, en Suecia. De ellos, 251 fueron clasificados como asma de inicio en la edad adulta. Como el objetivo era caracterizar la enfermedad en edades medias y mayores; se eligió solo a personas de ³ 35 años (n=227). Se realizó una entrevista estructurada, test ACT, espirometría, FeNO y prick test, así como muestras de sangre durante el año 2019-2020.
El asma de inicio en la edad adulta se definió como un diagnóstico médico de asma después de los 16 años. Una puntuación ACT de ³ 20 se definió como asma controlada (AC), y ≤ 19 como asma no controlada (ANC). La sensibilización alérgica se definió como al menos una reacción prick test (SPT) positiva. La dosis de ICS se clasificó como dosis baja, media o alta según GINA [2]. Los sujetos entre 37 y 64 años ( n = 120) se definieron como de mediana edad y aquellos con al menos 65 años ( n = 107) como edad avanzada. Para el análisis estadistico utilizaron SPSS.
El 66,5% eran mujeres con una edad media de 63,9 años (37 a 82 años). El 27,8% ( n = 63) tenía ANC. Los síntomas respiratorios y el uso de dosis altas de ICS fueron más comunes en el ANC que en el AC (Tabla 2). Los neutrófilos en sangre 25/pI, IMC ≥30 y FEV 1 ≤ LIN también fueron más comunes entre aquellos con ANC que controlada; sin embargo, esto no se observó para FEV1 /FVC ≤ LIN (Tabla 3). La rinitis alérgica y crónica, la cardiopatía isquémica, la depresión y la ansiedad, el dolor crónico y las enfermedades malignas fueron significativamente más comunes en el ANC (Figura 1).
En el grupo de mediana edad, IMC ≥ 30 (OR 3,04; IC 95 % 1,24 – 7,50), eosinófilos en sangre ≥ 0,3/l (OR 3,17; 1,20 a 8,37) y neutrófilos en sangre ≥5 /pl (OR 4,39; 1,53-12,62) se asociaron con ANC, así como con rinitis alérgica concomitante (OR 5,10; IC 95% 1,59-16,30), rinitis crónica (OR 2,49; 1,03-5,99) y malignidad. (OR 5,09; 1,01-25,61) (Tabla 5).
Se observó un patrón diferente en el grupo de mayor edad (65 a 82 años, n = 107), donde la rinitis crónica, la cardiopatía isquémica, las enfermedades malignas y la depresión/ansiedad se asociaron con el ANC. No se encontraron asociaciones con ANC para IMC ≥ 30, eosinófilos en sangre ≥ 0,3/ul o neutrófilos en sangre ≥5/ul (Tabla 5).
Con ello, en este estudio se encontraron diferencias entre personas de mediana edad y mayores con asma de inicio en la edad adulta con respecto a las asociaciones entre el ANC, las comorbilidades y los biomarcadores clínicos.
Entre las personas mayores con asma de inicio en la edad adulta, la rinitis crónica, la cardiopatía isquémica, las enfermedades malignas y los trastornos de depresión y ansiedad se asociaron con el ANC, pero ninguno de los biomarcadores expresaba inflamación de tipo 2.
Entre las personas de mediana edad, los biomarcadores clínicos, incluidos los eosinófilos y neutrófilos en sangre, estaban más fuertemente relacionados con el ANC que en los ancianos. Además de la evaluación de los biomarcadores establecidos, la función pulmonar y el estado de sensibilización, estos resultados enfatizan la importancia de evaluar y tratar las comorbilidades con una presentación de síntomas similar a la del asma de inicio en la edad adulta.
Comentario
Como podemos ver, son necesarios más estudios que muestren las diferencias estratificadas por edad de la manera que tienen los asmáticos de expresar su enfermedad, en base a todos los parámetros que se comentan en este trabajo. Con ello es posible que seamos capaces de personalizar cada vez más el tratamiento en cada caso.
Bibliografía
1.- Hekking PP, Amelink M, Wener RR, Bouvy ML, Bel EH. Comorbidities in difficult-to-control asthma. J Allergy Clin Immunol Pract. 2018;6(1):108–113. doi:10.1016/j.jaip.2017.06.008.
2.- Global Initiative for Asthma (GINA): Global strategy for asthma management and prevention 2023. Available from: https://ginasthma.org/wp-content/ uoloads/2023//04/GINA-2023-full-report-final-wms.pdf
3.- Price DB, Rigazio A, Campbell JD, Bleecker ER, Corrigan CJ, Thomas M, Wenzel SE, Wilson AM, Small MB, Gopalan G, et al. Blood eosinophil count and prospective annual asthma disease burden: a UK cohort study. Lancet Respir Med. 2015;3(11):849–858. doi:10.1016/S2213-2600(15)00367-7.
4.- Koebnick C, Fischer H, Daley MF, Ferrara A, Horberg MA, Waitzfelder B, Young DR, Gould MK. Interacting effects of obesity, race, ethnicity and sex on the incidence and control of adult-onset asthma. Allergy Asthma Clin Immunol. 2016;12:50. doi:10.1186/ s13223-016-0155-8.
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