Exacerbaciones asma grave eosinofílica

Exacerbaciones asma grave eosinofílica

Tezepelumab in Adults with Uncontrolled Asthma

 

Artículo seleccionado

Corren J, Parenes JR, Wang L, Mo M, Roseti SL, Griffiths JM, Van der Merwe R. Tezepelumab in Adults with Uncontrolled Asthma. N Engl J Med. 2017 Sep 7; 377 (10): 936-946. doi: 10.1056/NEJMoa1704064.

Revisora

Susana Herrera Lara

Servicio de Neumología del Hospital Universitario Dr. Peset. Valencia

Tema: Acción del tezepelumab sobre las exacerbaciones

Palabras clave: tezepelumab, exacerbaciones, pathway, linfopoyetina.

 

Resumen

Los tratamientos biológicos de los que disponemos actualmente para el asma grave no controlada son dirigidos a la IgE, IL-4, IL-5 o IL-13. Este ensayo clínico fase 2 (denominado pathway) ha centrado su investigación en un fármaco biológico que actúa sobre una nueva diana terapéutica. El Tezepelumab (AMG 157/MEDI9929) es un anticuerpo monoclonal humanizado IgG2 que bloquea la linfopoyetina estromal tímica (TSLP).

Se trata de un ensayo clínico en pacientes con asma no controlada a pesar de un tratamiento con LABA y GCi a dosis medias o altas, que ha demostrado el efecto beneficioso del Tezepelumab en diferentes dosis en comparación con placebo sobre la reducción de la tasa anual de exacerbaciones independientemente del nivel de eosinófilos.

 

Comentario

Algunos pacientes con asma grave no controlada han mejorado con las distintas terapias biológicas que bloquean la IgE, IL-4, IL-5 o IL-13. Sin embargo, aún hay asmáticos, probablemente por tener diferente fenotipo inflamatorio, que no responden a estos tratamientos. Este ensayo, como novedad, se centra en una nueva diana terapéutica con un nuevo biológico, el Tezepelumab, un anticuerpo monoclonal humanizado IgG2 que bloquea la TSLP, una citoquina producida por las células epiteliales en repuesta a un estímulo proinflamatorio y que ocupa una posición clave en la cascada inmunológica temprana, pues es capaz de activar las distintas vías inflamatorias del asma a través de su acción sobre las células dendríticas, los linfocitos T y B, así como las células de la inmunidad innata.

El PATHWAY es un ensayo clínico Fase II de 52 semanas de duración, doble ciego, controlado por placebo y multicéntrico que ha aleatorizado a 584 pacientes adultos con asma no controlada a pesar de tratamiento con LABA y dosis medias o altas de glucocorticoides inhalados al menos 6 meses antes del reclutamiento. También se requería como criterio de inclusión una historia de al menos dos exacerbaciones por asma tratadas con corticoides sistémicos o una exacerbación que requiriese hospitalización en el año previo, además de una función pulmonar con un FEV1 entre el 40 y el 80% y un ACQ-6 > 1,5.

Los pacientes fueron aleatorizados en cuatro grupos: 145 pacientes recibieron la dosis baja de Tezepelumab (70 mg cada 4 semanas), 145 la dosis media (210 mg cada 4 semanas), 146 la alta (280 mg cada 2 semanas), y a 148 se les administró placebo cada 2 semanas.

El objetivo primario fue evaluar la tasa anual de exacerbaciones a las 52 semanas, mientras que en los objetivos secundarios se incluyeron los cambios en la función pulmonar, el control de síntomas, la calidad de vida, la tasa anual de exacerbaciones graves y el tiempo hasta la primera exacerbación. Todos los objetivos también fueron evaluados según el número de eosinófilos en sangre (≥ 250 o < 250 células por microlitro).

De los 584 pacientes incluidos, completaron el estudio 391 (89,7%) que recibieron Tezepelumab y 139 (93,3%) tratados con placebo.

El ensayo alcanzó el objetivo primario y demostró una menor tasa de exacerbaciones a las 52 semanas de 61%, 71% y 66% respectivamente con la dosis baja, media y alta de Tezepelumab en comparación con placebo. También demostró una reducción de las mismas independientemente del número de eosinófilos (mayor o menor a 250), FeNO (mayor o menor a 24 ppb) y “high Th2 status” definido por IgE > 100 UI por mililitro y eosinófilos en sangre ≥ 140 por microlitro. Si se separan los grupos en los tratados con dosis medias y los tratados con dosis altas de glucocorticoides inhalados, en los pacientes con dosis medias sólo se reduce la tasa anual de exacerbaciones de forma significativa con la dosis media de Tezepelumab, mientras que en los pacientes con dosis altas de glucocorticoides inhalados la reducción de exacerbaciones es significativa en los tres grupos con Tezepelumab. El tiempo hasta la primera exacerbación fue más largo en todos los grupos de tratamiento. En cuanto a función pulmonar, hubo una mejoría del FEV1 prebroncodilatador de 120 ml, 110 ml y 150 ml, para dosis bajas, medias y altas respectivamente, a las 52 semanas. Sin embargo, en el control de síntomas no hay diferencias significativas en el ACQ-6 con la dosis baja, mientras que en calidad de vida medida por el cuestionario ACLQ+12, sólo las hay en la dosis alta.

El Tezepelumab fue bien tolerado, y sus efectos secundarios más frecuentes, como en otros biológicos, fueron la nasofaringitis y la cefalea, entre otros. Se describieron tres efectos adversos graves (neumonía e infarto en un mismo paciente con baja dosis y un síndrome de Guillain-Barré en otro con dosis media).

En conclusión, el Tezepelumab ha demostrado una reducción en la tasa anual de exacerbaciones en asmáticos no controlados independientemente del nivel de eosinofilia periférica. Con respecto a otros marcadores, destacamos que el protocolo de este ensayo clínico establece un punto de corte bajo tanto para FeNO como para el “high Th2 status”, por lo que es difícil extraer conclusiones en ese sentido. Evidentemente, se necesita más información para conocer qué características deben tener los pacientes que más se beneficiarán de esta nueva terapia y estudios en fase III para posicionar este fármaco dentro del arnesal terapéutico disponible.

 

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