Is Computed Tomography Airway Count Related to Asthma Severity and Airway Structure-function?

Is Computed Tomography Airway Count Related to Asthma Severity and Airway Structure-function?

Is Computed Tomography Airway Count Related to Asthma Severity and Airway Structure-function?

 

Artículo seleccionado:

Eddy RL, Svenningsen S, Kirby M, Knipping D, McCormack DG, Licskai C, Nair P, Parraga G.
Am J RespirCritCareMed. 2020 Jan 2. doi: 10.1164/rccm.201908-1552OC. [Epubahead of print]

Revisor:

Dr. Manuel Castilla Martínez
Servicio de Neumología. Hospital Los Arcos del Mar Menor. San Javier (Murcia)

Tema: Relación entre la gravedad del asma y la reducción del número de vías respiratorias visualizadas mediante tomografía computarizada.

Palabras clave: asma, tomografía computarizada, pequeña vía aérea.

 

Resumen

El asma es una enfermedad que puede ocasionar alteraciones estructurales en todo el árbol bronquial. En los últimos años, ha crecido el conocimiento de dichas alteraciones tanto en pacientes con asma como en pacientes con otras patologías de la vía aérea. Hay evidencia de que las paredes bronquiales son más gruesas en asmáticos que en controles sanos, y dicho engrosamiento parece aumentar con la gravedad del asma. Además, hallazgos recientes muestran una reducción significativa de los bronquiolos terminales con el aumento de la gravedad de la EPOC.

En base a esto, Eddy et al. analizaron los resultados obtenidos tras un recuento de las vías respiratorias visualizables mediante TC (no colapsadas) en asmáticos y su relación con la gravedad del asma, la función pulmonar, la morfología de la vía aérea y la ventilación medida por resonancia magnética (RM).

Se evaluaron 70 pacientes con asma, estratificados según su gravedad en tres grupos (GINA 1-3, GINA 4 y GINA 5). A todos los participantes se les realizó TC postbroncodilatador, espirometría pre y post broncodilatador, pletismografía y RM hiperpolarizada.

La TC mostró una reducción significativa de las vías aéreas visualizables en los grupos de mayor gravedad (GINA 4 y GINA 5). Existió una reducción del número de bronquios subsegmentarios en 69 de los 70 pacientes del estudio y una buena correlación de estos hallazgos con el engrosamiento de la pared de la vía aérea y con los defectos de ventilación según RM, especialmente cuando se identificaba la ausencia de > 10 bronquios subsegmentarios. En el análisis multivariante, el recuento de vía aérea disponible permitió predecir el valor del FEV1 y el área de la pared bronquial.

 

Comentario

Basándose en los hallazgos obtenidos en pacientes con EPOC, Eddy et al. Postularon que también en los asmáticos podría existir una reducción del número de vías respiratorias disponibles debido a su oclusión. Además de corroborar esta hipótesis, observaron una buena correlación de ese recuento bronquial total con el FEV1 y la gravedad según guías.

Podría interpretarse que la causa de la pérdida de vías respiratorias se debiera a la presencia de tapones mucosos, visibles por TC en una alta proporción de asmáticos según un estudio reciente, y también con relación inversamente proporcional al valor del FEV1. Sin embargo, Eddy et al. definen una serie de criterios radiológicos para valorar la existencia de oclusión intraluminal atribuible a la presencia de moco, observando dichos hallazgos tan solo en 5 de los 70 pacientes analizados.

Otro aspecto interesante es la inclusión de la RM para el estudio de los defectos de ventilación y su buena correlación con las alteraciones estructurales en la TC. En este estudio subsegmentario simultáneo (oclusión de la luz, grosor de pared y ventilación de un mismo bronquio) destacó una menor afectación ventilatoria cuando el paciente tenía una variante de la normalidad de las vías respiratorias.

Una limitación es que el estudio empleó una población con claro predominio de estadios graves, siendo necesario agrupar los escalones 1, 2 y 3 de GINA y no permitiendo una comparativa independiente entre cada escalón de gravedad. Las diferencias en cuanto al grado de insuflación pulmonar o la posición corporal (todos los estudios fueron realizados en supino) en el momento de la adquisición de las imágenes de TC y RM también podrían condicionar los resultados obtenidos.

Por otro lado, queda sin respuesta en este estudio la evolución que cabría esperar de estas alteraciones en caso de realizar una intensificación del tratamiento.

En conclusión, estos hallazgos sugieren que existe una disminución del número de vías aéreas visualizables con TC en asmáticos, hallazgo que se intensifica a mayor gravedad y peor función pulmonar y que se correlaciona con una peor ventilación y un mayor grosor de la pared bronquial. Este trabajo pone de relieve la utilidad de la TC y de la RM para el mayor conocimiento de las alteraciones estructurales que acontecen en el asma y replantea la posibilidad de utilizar en un futuro herramientas para predecir cambios en parámetros fisiológicos mediante el estudio de la estructura, lo que podría ser especialmente relevante en terapias como la termoplastia.

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