Trastornos psiquiátricos y asma

Trastornos psiquiátricos y asma

The influence of comorbid asthma on the severity of symptoms in children with attention-deficithy peractivity disorder

 

Artículo seleccionado

Borschuk AP, Rodweller C, Salorio CF. The influence of comorbid asthma on the severity of symptoms in children with attention-deficithy peractivity disorder. J Asthma. 2018 Jan;55(1):66-72. doi: 10.1080/02770903.2017.1306

Revisora

Nuria Marina Malanda

Unidad de Asma Grave. Servicio de Neumología. Hospital Universitario Cruces. Barakaldo (Bizkaia)

Tema: Trastornos psiquiátricos y asma.

Palabras clave: Asma, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, funcionamiento emocional, pediatría.

 

Resumen

El presente estudio examinó la asociación entre el asma y los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en una muestra pediátrica. Se estudiaron 71 pacientes (entre 6 y 18 años) con diagnóstico de TDAH y asma, los cuales se compararon con un grupo de 71 niños diagnosticados sólo de TDAH. Las familias completaron unos cuestionarios específicos sobre comportamiento. En cuanto a los resultados, los autores hallaron que los niños que padecen asma y TDAH fueron más propensos a mostrar niveles clínicamente más elevados de hiperactividad, comportamientos de externalización (respuesta a los problemas emocionales hacia el exterior con una acción negativa, a menudo destructiva), ansiedad y conductas hiperactivas/impulsivas en comparación con los niños que tenían TDAH solo, sin padecer asma. Además, los niños con asma y TDAH tenían más síntomas de somatización e internalización emocional (digerir los sentimientos y emociones en forma de depresión o ansiedad) que los niños con solo TDAH, mientras que las niñas con asma y TDAH tenían más síntomas de hiperactividad/impulsividad, problemas de conducta, ansiedad e internalización emocional en comparación con las niñas con solo TDAH. Con estos hallazgos, los autores concluyen que en los niños con TDAH junto con asma parece asociarse un aumento de los síntomas de comportamiento e internalización, que puede deberse a la carga de su afección médica, al tratarse de una enfermedad crónica con agudizaciones que pueden ser frecuentes. No se encontraron diferencias en las variables cognitivas, lo que sugiere que la hipoxia crónica puede ser menos influyente para explicar estas diferencias. La investigación futura debería determinar los mecanismos específicos de estas diferencias.

 

Comentario

El TADH es un trastorno de carácter neurobiológico originado en la infancia que implica un patrón de déficit de atención, hiperactividad y/o impulsividad. Tanto el asma como el TDAH son patologías muy prevalentes en la infancia. Además, ambas presentan factores de riesgo comunes para su desarrollo, como son antecedentes familiares de la enfermedad, bajo peso al nacer, retraso del crecimiento intrauterino y bajo estatus socioeconómico. Los niños con asma parecen tener casi el doble de probabilidades de tener TDAH en comparación con niños sin asma, aunque los mecanismos de esta conexión no están claros. Los estudios hasta ahora publicados sugieren que el asma precede al desarrollo de TDAH, sin haber una clara relación causal.

Se han planteado preguntas con respecto al impacto de la hipoxia crónica y de la relación de medicamentos para el asma con el desarrollo de este trastorno, pero no hay claras respuestas. También de la ansiedad que genera, tanto para el paciente como para la familia, el hecho de padecer una enfermedad crónica como es el asma, que puede conllevar crisis frecuentes.

En este trabajo, los autores observan que los niños con asma y TDAH tienen mayores dificultades con el comportamiento y la atención en comparación con los niños con TDAH solo, por lo que parece que el asma podría agravar esta patología.

Además, si un niño con asma y TDAH tiene un comportamiento o preocupaciones emocionales, eso puede influir en su capacidad de ser adherente a su tratamiento médico, ya sea para el asma o para el TDAH, y tener repercusiones de amplio alcance para su salud, el funcionamiento en la escuela y las relaciones en casa. Este hallazgo sugiere que estos niños, más ansiosos o deprimidos, generalmente tienen peor salud y calidad de vida.

Por todo ello, los miembros del equipo médico deben evaluar si el comportamiento emocional y las preocupaciones están interfiriendo con la salud del niño, ya sea por falta de adherencia o por exacerbaciones de asma más frecuentes debido a la ansiedad. Además, los problemas de conducta pueden enmascarar la presencia de otros síntomas, por lo que los profesionales debemos tenerlo en cuenta en este grupo de pacientes.

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